sábado, 14 de mayo de 2011

Economía Libertaria

P E N S A R   L A   E C O N O M I A   L I B E R T A R I A : 
     U n   p r o y e c t o   a l t e r n a t i v o   a l   m e r c a d o 
 
Jorge Esteves da Silva
 

El problema de cualquier organizacion social es la produccion y el reparto
de la riqueza. Es claro que esto hace necesario hacerse las preguntas de
?que producir?, ?como producir?, ?A quien dar lo producido y segun cuales
criterios?. En una economia capitalista es el mercado quien responde a estas
tres preguntas. El beneficio (por via de los precios) es el que orienta la
produccion, son los costos (por consiguiente el beneficio) los determinantes
del modo de produccion y son las rentas (salarios y beneficios) quienes
determinan la capacidad de cada uno para consumir.

Por esto el mercado, para poder individualizar la participacion de cada
uno y por consiguiente retribuirlo, ha necesitado de una diferenciacion de
las funciones que no se realiza segun los quehaceres del individuo sino por
la exigencia del sistema. La negacion de la persona asume por ello la forma
de una pseudo autonomia del individuo; asi la fuerza del mercado es tambien
la razon esencial para que esta sea una organizacion nefasta, inicua de la
sociedad.

Pensar una Economia Libertaria quiere decir asi recoger las mismas
preguntas dandoles respuesta distinta en funcion de satisfacer la necesidad
de igualdad social, de solidaridad y de libertad real. Esto significa
impugnar los dos pilares sobre los que se basa el capitalismo: mercado y
division social del trabajo. Significa atacar aquello que justificaria al
mercado, a traves de la eliminacion de la propiedad privada de los medios de
produccion (y luego del beneficio como fin) y la eliminacion del salariado
(en cuanto mercantilizacion de la capacidad fisica e intelectual de cada
uno). Igualmente pasa, en tanto justificacion de la division social del
trabajo, a traves de la desaparicion o el reparto de las tareas no
gratificantes y la minimizacion de los tiempos colectivos de produccion.
?Entonces que hacer? Es pertinente esclarecer un proyecto alternativo al
mercado y a la division social del trabajo; para esto probemos a "lanzar
algunas pistas", esperando que otros las seguiran y profundizaran.

?QUE PRODUCIR?
No es el mercado, y luego la busqueda del lucro, quien debe definir
aquello que se produzca. Seguir con el "mercado" significa permitir que una
minoria (los poseedores de capital, los capitalistas) impongan su eleccion a
la mayoria, ajenos a intereses en verdad ligados a necesidades sociales
reales. Al contrario, deben ser los deseos y las necesidades de la poblacion
los que por si solos determinaran los bienes y servicios a producir. La unica
justificacion del trabajo humano (dando por descontado que representa una
fatiga) debe ser la satisfaccion de las aspiraciones colectivas. En otras
palabras, debemos escoger en conjunto aquello que valga la pena de ser
producido colectivamente. Todos los grupos humanos deben poder fijar
libremente la carga de trabajo que se acepta soportar para arribar a una
determinada produccion. Esto permitira la desaparicion de la produccion
antisocial (en la medida en la cual esta no aporta nada a la comunidad pero
costandole muchismo), como de los gastos militares, de las cargas del
capitalismo (encuadramiento del trabajo, jerarquias...) y de aquellas debidas
al mercado (publicidad, comunicacion manipulada...) que hoy representan un
tercio de la produccion y tambien un tercio del trabajo.

Eso que la comunidad asume como voluntad de produccion debe por
consiguiente llevar a un "tiempo social de produccion", en el que las
personas producen colectivamente los bienes deseados y decididos
colectivamente. Debe ser el mismo para todos y cada uno de los que
contribuyen, so pena de ser excluido del grupo. El resto del tiempo esta a
exclusiva disposicion de cada individuo que puede dedicarlo a actividades
sociales o individuales propiamente humanas.

El trabajo es un constrenhimiento: debemos de hacer todo para minimizarlo
produciendo lo que ha sido colectivamente determinado como util y repartiendo
de manera equitativa las tareas que de ello surgen.

Asunto pues que se coloca en el centro de nuestra atencion es la
definicion democratica y federal de las tareas, y su esbozo en un plan de
produccion que sustituya el "diktat" del mercado y del dominio.

?COMO PRODUCIR?
En esto los principios deben ser claros: abolicion del salariado y de la
propiedad privada de los medios de produccion. Son estos dos aspectos los que
constituyen hoy el fundamento de la explotacion y la dominacion.

Asi, la propiedad social de los medios de produccion es condicion que
permite la real seleccion democratica y federal de aquello que se debe
producir y de la organizacion del trabajo. La autogestion permite la
transferencia del poder a aquellos que producen, el reparto igualitario de la
riqueza y restituir un sentido a la actividad social de produccion.

Debemos valorar tres principios:
- La propiedad colectiva de los medios de produccion, ya que son las
necesidades de la colectividad el fin de la actividad social de produccion.
Esta propiedad se encontraria en segunda instancia delegada a un grupo de
trabajadores. No se puede dejar que todas las unidades productivas sean
autonomas con sus trabajadores como propietarios y unicos en tomar
decisiones. Este metodo no puede llevar mas que a la auto explotacion en un
ambito de mercado en el cual los grupos de trabajadores se alejaran cada uno
en competencia con los otros: el socialismo libertario no puede confundirse
con el "libertarismo" norteamericano o con el principio de concurrencia caro
a Proudhon. Es en cuanto miembros de la comunidad que nosotros gozamos de
derechos sobre la riqueza y no unicamente como trabajadores, de otro modo se
corre el riesgo de sobrevalorar el trabajo en cuanto actividad mientras, como
se ha visto, nosotros denunciamos la reduccion del individuo al trabajador;
- La colectividad delega en grupos de trabajadores que no participan en las
unidades de produccion las gestiones que tienen el fin de integrarlas. La
unica coordinacion posible, fuera del mercado, es el plan en cuanto
instrumento de produccion, a fin de expresar los deseos de produccion de l
a comunidad. Es posible establecer la planificacion federal y democratica;
nuestro deber es demostrarlo porque, de otra manera, se invalida la critica
al mercado y no queda mas que corregir la desigualdad en lugar de suprimirla;
-La supresion de la division social del trabajo conduce al reparto
igualitario de oficios "gratificantes" y "no gratificantes". Esta ultima
division es consecuencia del mercado que divide y retribuye a las personas
segun sus "competencias". El asunto es refutar esa "compartimentacion" de
funciones, que empobrece la vida y encierra a cada uno en su tarea. Distintas
personas, por ejemplo, deben estar encargadas de la recoleccion de la basura,
al menos hasta que no se llegue a la completa mecanizacion de tal labor.
Pongamos un ejemplo: si dicho oficio se atribuye de modo igualitario en una
ciudad de 40.000 personas, de ellas 20.000 adultas, de modo que cada dia
esten 40 ocupados con la basura, y viene a tocarle una vez cada 18 meses a
cualquier adulto. !Una alternativa de este tipo evitaria a 40 personas hacer
un trabajo poco gratificante por toda una vida sin pesar en modo
significativo sobre el resto de la comunidad!

La rotacion de oficios y su distribucion igualitaria permite impugnar
desde sus fundamentos al principio de la division social del trabajo y la
clasificacion meritocratica que opera hoy sobre los dominados. Aquello
implicaria obligatoriamente un proceso de formacion permanente y permitiria
afirmar que el discurso sobre las competencias de las personas es un discurso
mistificante, que legitima la desigualdad, que supone no nos seria posible
ejercer variadas ocupaciones que exijan de elevadas competencias.

?COMO REPARTIR?
Hoy, la retribucion de la eficiencia supuesta de los trabajadores segun el
mercado (y tambien fuera del mercado en tanto fuera del beneficio, como
ocurre con las funciones publicas) es el verdadero centro de la dominacion
que todos sufrimos. La abolicion del salariado debe traer un cambio de
perspectiva. Contribuyendo cada uno de manera igual a la utilidad colectiva,
lo que se inicia en el momento en que nos hacemos cargo de un tiempo social
de produccion, cada uno debe gozar en modo igual de los derechos derivados de
dicha produccion. Estos derechos no pueden ser como ahora, derivados de una
funcion social ligada a la division social del trabajo. El tiempo de trabajo
social debe proveernos del nivel de produccion y riqueza decidido por y para
todos. Esta es la igualdad a partir de la cual puede emerger la libertad.
Debemos separar la tarea efectuada y el derecho sobre los bienes que se
retiren. Esto se debe hacer sobretodo a partir de la rotacion de tareas, de
la desaparicion (gracias a la innovacion tecnologica) o del reparto
igualitario de las ocupaciones juzgadas no gratificantes (y tambien de
aquellas consideradas gratificantes), haciendo humana a la sociedad.

Asi, al plan de produccion decidido en colectivo y por gran mayoria se
agregara el plan de distribucion. Esto solo debe calcular el tiempo social de
produccion, que cabe conjeturar reducido a no mas de 4 horas por dia; el
resto del tiempo es aquel de la produccion libre, de la creacion... de la
pereza o del amor.

Es asi urgente dilucidar los principios constituyentes de un claro
proyecto alternativo libertario. Esto nos permitira ser mas precisos e
incisivos en la critica a la sociedad capitalista y homogeneizar al menos un
poco nuestro discurso, aun cuando al contrario de otros, no creemos que sea
posible preverlo todo.
C H R I S T O P H E
(Version original en LE MONDE LIBERTAIRE, Paris, 28 de abril de 1994. 
Traduccion: N. B.)
                            (CORRE@ # 27, pp. 8-9, abril 1995)
http://debates.hipernet.ufsc.br/foruns/autonomia/debates/mensagem.srv?n=27&m=23

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