martes, 31 de mayo de 2011

Maratón Nocturno en el Altepetl



Viernes Noctambulos en el Altepetl presenta:


La Palabra Muda


Viernes 3 de Junio


Inicio 8:00pm


El Circo E.U. 1928
El vagabundo Charlot viaja con un circo ambulante y se enamora de una mujer jinete que está enamorada de un musculoso trapecista. Mientras tanto, le suceden mil y una peripecias.

Luces de la Ciudad E.U. 1931
Un pobre vagabundo (Charles Chaplin) pasa mil y un avatares para conseguir dinero y ayudar a una pobre chica ciega (Virginia Cherill) de la que se ha enamorado.


Tiempos modernos E.U.1936
Extenuado por el frenético ritmo de la cadena de montaje, un obrero metalúrgico acaba perdiendo la razón. Después de recuperarse en un hospital, sale y es encarcelado por participar en una manifestación en la que se encontraba por casualidad. En la cárcel, también sin pretenderlo, ayuda a controlar un motín, gracias a lo cual queda en libertad. Una vez fuera, reemprende la lucha por la supervivencia en compañía de una joven huérfana a la que conoce en la calle.

El Gran Dictador E.U. 1940
Un barbero judío que combatió con el ejército de Tomania en la primera guerra mundial vuelve a su casa años después del fin del conflicto. Amnèsico a causa de un accidente de avión, no recuerda prácticamente nada de su vida pasada y no conoce la situación política actual del país: Adenoid Hynkel, un dictador fascista y racista, ha llegado al poder y ha iniciado la persecución del pueblo judío, a quien considera responsable de la situación de crisis que vive el país. Paralelamente, Hynkel y sus colaboradores han empezado a preparar una ofensiva militar destinada a la conquista de todo el mundo. 

Un Rey en Nueva York  Inglaterra 1957
El rey Shahdov (Charles Chaplin) de Estrovia tiene que huir del país al estallar una revolución. Sin dinero, se marcha a los Estados Unidos, donde una joven publicista de televisión (Dawn Addams) le sugiere que protagonice algunos anuncios, aunque no es la persona más adecuada para este trabajo... Penúltima película del maestro Chaplin, que 3 años antes había tenido que exiliarse de Estados Unidos perseguido por la "caza de brujas" de McCarthy.


Cooperación Solidaria
(En apoyo al Altepetl)

Acceso de 8pm a 12am
Trae tu sleeping y almohada

Contacto: altepetl.delsur@gmail.com


Altepetl
“Contra el Estado y el Capital, Construyamos Caminos de Autonomía, Libertad y Dignidad”
Conkal 301 esq. Tetiz (antes calle 11 y 35) Pedregal de San Nicolás IV Sección 


¿Cómo llegar?
Metro Miguel Ángel- Abordar camión que dice Pedregal
Metro CU- Abordar camión que dice Milpas Chichicaspa
Metro Chapultepec- Abordar RTP que dice Pedregal/Torres

domingo, 22 de mayo de 2011

Jornadas Autonomía 28 y 29 de Mayo


Jornadas en APOYO MUTUO a las luchas por AUTONOMIA


¡CELEBRANDO EL PRIMER ANIVERSARIO DEL  ALTEPETL!



Sábado 28 de Mayo


11hrs.: Recorrido por el Altepetl

11:30 hrs.: Espectaculo “Circo de Mochila”

12:00 hrs.: Inauguración del Sanitario Ecológico Seco y de la Videoteca Comunitaria

12:30 a 13:30 hrs.: Presentación de los talleres y proyectos en el Altepetl:
  • Ecotecnias en la Ciudad
  • Curación con Microdosis
  • Biblioteca Comunitaria
  • Sala de Computo Comunitaria

13:30 a 15:00 hrs.: Teatro para niños y no tan niños: “Políticos payasos”, “Clonito Show” y “Otros días. Otras Primaveras”

15:00 a 17:00 hrs.: Comida comunitaria (puedes traer algo para compartir)


17:00 a 19:00 hrs.:
Foro de difusión en Apoyo Mutuo a las luchas por la Autonomía

  • Municipio Autónomo de San Juan Copala (Oaxaca)
  • Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (Atenco)
  • Radio Ñomndaa. La Palabra del Agua (Guerrero)
  • CRAC-Policia Comunitaria (Guerrero)

19:00 a 20:30 hrs.: Teatro: “Libertad” y  presentación de danza-aérea


21:00 hrs.: Convivencia-Baile Comunitario al estilo zapatista

  • ”Cerrito de Oyamel” (Jaraneros)
  • “La Kabula” (Son)
  • “Francotiradores Mentales” (Hip-Hop)
  • "Copal"
  • Xibalba
  • Black moon
  • Jah bass line
  •  
     
    Domingo 29 de Mayo


    10 hrs: Danza Prehispánica
    12 hrs: Temazcal Comunitario (Trae ropa ligera)
    14 hrs: Convivencia y Clausura de Jornadas



    Por otra ecología:  trae tú plato, vaso y  cuchara.

    Contacto:   altepetl.delsur@gmail.com



    ALTEPETL
    “Contra el Estado y el Capital, Construyamos Caminos de Autonomía, Libertad y Dignidad”

     Conkal 301 esq. Tetiz (Antes 35 y 11). Pedregal de San Nicolás IV Sección


    ¿Cómo llegar?

    Metro Miguel Ángel- Abordar camión que dice Pedregal
    Metro CU- Abordar camión que dice Milpas Chichicaspa
    Metro Chapultepec- Abordar RTP que dice Pedregal/Torres

    Documentales 22 de Mayo

    Proyección de Documentales
    en el ALTEPETL


    En Apoyo Mutuo a las Luchas por la Autonomia


    Domingo 22 de Mayo


    Inicio 3:00pm


    . Municipio Autónomo de San Juan Copala
    . Radio Ñomdaa, La Palabra del Agua
    . CRAC- Policía Comunitaria
    . Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra




    ALTEPETL
    “Construyendo Caminos de Autonomía, Libertad y Dignidad”
     Conkal 301 esq. Tetiz (35 y 11). Pedregal de San Nicolás IV Sección



    ¿Cómo llegar?

    Metro Miguel Ángel- Abordar camión que dice Pedregal
    Metro CU- Abordar camión que dice Milpas Chichicaspa
    Metro Chapultepec- Abordar RTP que dice Pedregal/Torres

    sábado, 21 de mayo de 2011

    viernes, 20 de mayo de 2011

    Actividad Infantil Comunitaria


    Día de Diversión en el Altepetl

    Enero de 2011


    Autonomías Múltiples

    Las autonomías son múltiples: somos un problema mundial para las élites

     
    Raúl Zibechi
    Participación de Raúl Zibechi, periodista y analista uruguayo, conocedor de los movimientos sociales latinoamericano, durante un diálogo sobre autonomía y organización comunitaria que sostuvo el pasado 28 de mayo, vía skype, con la comunidad purhépecha de Cherán, Michoacán.

    Primero que nada quiero saludar con un abrazo muy fuerte a la comunidad de Cherán que sabemos que vive horas muy complejas y difíciles, y que pese a todo decidió mantenerse en sus posiciones de firmeza y resistencia, y es ya un referente y un ejemplo para todos los que en otras partes del mundo estamos comprometidos con los mismos valores e ideas que plantean ustedes.
     
    Me parece que el camino que hemos elegido unas cuantas personas y colectivos de autonomía respecto a los Estados es un camino importante porque permite construir un mundo diferente en este mismo mundo, porque nos permite avanzar en la construcción de algo que no sea sometido a lo que hoy tenemos y que no, como dicen ustedes, suponga agachar la cabeza para seguir siendo lo que otros quieren que seamos.
     
    La autonomía es múltiple: del pensamiento, de ideas. Es una autonomía organizativa, que en determinado momento se arraiga en un territorio de nuestras comunidades, y decidimos que no sólo nosotros como personas seamos autónomas, sino también las comunidades en las que vivimos y los territorios que habitamos. No es más que autogobierno, no más que decidir por nosotros y por nosotras mismas qué vamos a hacer en el acierto o en el error, y eso quiere decir que nuestra autonomía es autónoma y no la va a imponer nadie más que el colectivo en el que estamos.
     
    Por supuesto que en el mundo en el México y la América Latina de hoy, trabajar por la autonomía supone ser automáticamente objeto de la represión y la ofensiva del Estado. No podemos evitar que el Estado y el capital nos ataquen, y tenemos que buscar colectivamente cómo hacerles frente de la manera más inteligente posible. Tenemos muchas experiencias en América Latina de autonomía y de ofensiva del Estado para limitar nuestras autonomías. Lo están viviendo ustedes, lo han vivido los compañeros de San Juan Copala, lo han vivido y lo viven los compañeros de la Selva Lacandona, las comunidades indígenas de Colombia permanentemente agredidas por los paramilitares y el Estado, las comunidades quechuas peruanas que resisten a la minería. Se trata de una forma militar o militarizada de control del territorio que supone la alianza entre el capital y el Estado.
     
    Otras formas más sutiles, que necesariamente se combinan con éstas, son las ayudas estatales dizque para el de­sa­rrollo o para superar la pobreza. Esta forma de agredir nuestras autonomías es sutil, digamos que es una forma blanda de agredirnos, pero no es menos grave porque busca aniquilar la soberanía alimentaria que tienen las comunidades, o la soberanía política; busca rendirnos con unas pequeñas migajas que son tapas de calamina para hacer la vivienda, o bloques, o canastas de alimentos. Se trata de desorganizar nuestros espacios, de hacer que sean menos y menos autónomos. Esta forma blanda de agredir nuestras autonomías va de la mano con la forma dura, militar, pero las dos persiguen los mismos objetivos, que consisten en reposicionar al Estado en nuestros espacios.
     
    El Estado es la avanzada, detrás viene el capital a hacer negocios. Ellos, Estado y capital, no pueden permitir que nuestros movimientos se relacionen horizontalmente entre sí, que la población se relacione con la población. Ellos necesitan que la población se relacione con el Estado y el capital. Cuando digo que hay resistir de forma inteligente, digo que a veces hay que plantar la cara y resistirles de forma frontal, y a veces hay que hacer como cuando uno baila algún movimiento de cintura. No le voy a decir a nadie cómo tiene qué hacer. Las gentes son maduras y saben cómo, y si no saben, tienen que discutirlo, pero sí puedo decirles que la autonomía no es algo puro, que tiene momentos en los cuales puede necesitar dar un paso atrás y establecer un vínculo con el Estado, que no tiene por qué todo el tiempo establecer una barrera con él. El problema es que, decidamos lo que decidamos hacer, lo hagamos colectivamente, que no se dispare el individualismo, que no avance la división de nuestras comunidades.
    Por último, tenemos que saber que hay un proyecto de las clases dominantes en el mundo: imponer su dominio a sangre y fuego, aun a costa de un genocidio, de una guerra mundial o nuclear. En algún momento del siglo pasado las clases dominantes decidieron que antes de perder sus privilegios prefieren que el planeta se destruya. Eso tenemos que tenerlo claro para saber cómo actuar en cada momento. Están dispuestos a que se hunda la barca antes que perder el timón, y esto lo digo no para paralizarlos, sino para tener claro lo que ellos tienen pensado sobre nosotros, lo que han planificado hacer en caso de que lo consideren necesario. Las clases dominantes de hoy son probablemente las clases que tienen más claros sus intereses, son más despiadadas que nunca, y tienen las armas, los instrumentos de control necesarios para creer que pueden perpetuarse en el poder. Quienes estamos en la posición de arrebatarles ese poder o, como mínimo, forzar a que lo entreguen o lo compartan con los de abajo, sabemos que cualquier paso que implique perder una parte de su poder está siendo reprimido de forma feroz.
     
    Las élites del mundo actúan más o menos todas con las mismas intenciones. Tenemos que tener esto presente para el camino, obrar en consecuencia, reflexionar cómo hacerle, compartir con nuestros compañeros y compañeras los saberes que vamos adquiriendo en la lucha, pues esto es parte de la lucha por las autonomías. Somos muchos y muchas en el mundo los que buscamos un camino distinto al que ellos quieren que recorramos, que es simplemente votar cada cinco o seis años y volver a nuestras casas a mirar la televisión, a trabajar y dejarlos a ellos gobernar, que no es más que acumular capital. Pero esos muchos y muchas estamos en todas partes: en Egipto, Grecia, Túnez, España, América Latina, incluso en Estados Unidos. Trabajando de esta manera les estamos creando un problema mundial a las élites y también de eso tenemos que ser conscientes, pues cuanto más avanza nuestra lucha, cuanto más avanza la revolución, más poderosa es la contra revolución que se prepara. Pero así es la vida, y creo que tenemos que felicitarnos y alegrarnos, pese a todos los dolores que sufrimos y sufriremos, de que en este momento seamos tantos y tantas quienes estamos peleando por crear un mundo nuevo, otro y diferente.

    domingo, 15 de mayo de 2011

    ¿Qué es la Autonomía?

    ¿Qué es la autonomía?
     
    Al intentar definir qué es la autonomía nos vemos pronto atrapados sin saber qué fronteras marcar, qué límites, qué prácticas señalar. Pregunta: ¿Qué es la autonomía? Difícil contestar. ¿La autonomía es una idea? ¿la autonomía es una practica? ¿la autonomía es un tipo de organización? ¿la autonomía es algo difuso? La autonomía somos tod@s. Definir la autonomía se escapa a nuestras posibilidades porque la autonomía tiene la fuerza de aquello que no logra ser nunca del todo, de lo que siempre se mueve y jamás termina (proceso continuo), jamás diremos "hasta aquí". La autonomía es algo indefinible y sin embargo existe y la vivimos, la olemos, la encarcelan, la reprimen De lo que se trata entonces es de señalar algunos puntos a partir de los cuales podamos identificar en que consiste la autonomía. Pero estos puntos no agotan el ser de la autonomía, no logran fijarla, establecerla en suelo estable, porque ella siempre gira, inabarcable, infinita, absoluta. Definirla definitivamente es matarla, contentémonos con seguir sus huellas.

    Huellas. La autonomía constituye una práctica histórica. Huellas. De ella podemos encontrar distintos ejemplos: la Comuna de París, los Soviets de los primeros tiempos de la revolución rusa de 1917, los comités de 1936. Fueron estos, momentos revolucionarios en los que la clase obrera tendía a autoorganizarse en base a criterios de democracia de base y consejista, intentando ir más allá de la mera reivindicación económica o política. En estas circunstancias, la clase obrera se constituía en protagonista de la lucha, rompiendo con la mediación de la burguesía y sus instituciones. Pareciera que en este contexto la autonomía se conformara como una práctica consecuente con un proyecto de transformación social. Hoy, encontramos una corriente política, una postura vital, una práctica y un hacer que se reivindica abiertamente de la autonomía, es más, que ella misma se autodenomina así: autonomía obrera . Esta autonomía obrera encontró también un momento histórico de emergencia en torno a las luchas surgidas en el 68 en diversos países: Francia, Alemania, Italia, EE.UU., Checoslovaquia, México. etc. La autonomía obrera recoge buena parte de ese importante momento de ruptura que fue el año 68 (y que en países como Italia, se alargaría basta el año 1977), incorporándola a una ya más larga tradición obrerista y en lugares como el Estado español a una también larga tradición libertaria (1).

    La consolidación de este movimiento de la autonomía obrera, de esta multitud de comportamientos, deseos, significados, actos, discursos, lenguajes y latidos que se reivindican abiertamente de lo autónomo, su desarrollo y sus características más peculiares fueron fruto de su época, de su contexto. La autonomía obrera sin duda podría haber sido muchas cosas y sin embargo fue (y es) lo que fue (y es, y no es). Y lo que fue, fue coherente con los cambios que se estaban produciendo en el mundo durante la segunda mitad del siglo XX. Apurando la cuestión, la autonomía no fue más que la reactualización del viejo proyecto revolucionario propio de la modernidad en un contexto transformado profundamente. La autonomía consistió en una relectura del mundo y en un intento coherente de llevar a cabo en ella la transformación social. En el centro de esta relectura estuvo la comprensión de los cambios que se estaban produciendo en la organización del trabajo (fin del periodo fordista), de las formas y de los medios de producción, de los mecanismos de extracción de beneficios del capitalismo, etc. Todo ello confluye en un cambio en la configuración de los sujetos sociales protagonistas de la lucha de clases que llevó a un replanteamiento profundo de la forma de hacer política (en el mejor sentido del término y a falta de otro mejor).

    Hasta el momento, todos los proyectos revolucionarios habían partido de la premisa de que el conflicto entre Capital y Trabajo (es decir, entre los patronos y l@s obrer@s) era el más importante de todos. Todos los esfuerzos de lucha se focalizaban en este campo. Lo importante era incidir en el proceso de producción y ello era relativamente fácil: el proceso productivo se localizaba en un área bastante bien delimitada como era la gran fábrica fordista que albergaba a miles de trabajador@s. La concentración en un mismo espacio permitía pautas de sociabilidad que creaban una experiencia compartida, unas condiciones de vida relativamente similares que a la larga creaban a su vez un sentimiento de identidad en tanto que clase (aquello de la conciencia de clase). La lucha revolucionaria se centraba en torno a la fábrica y el método de lucha por excelencia era la huelga, que paralizaba la producción. El sujeto protagonista de las luchas era el Proletariado (con mayúscula) (2). Este, con su liberación lograría liberar al conjunto de la humanidad, era un sujeto portador de lo universal. Todo proyecto de liberación quedaba supeditado a la liberación del trabajo y la destrucción del sistema capitalista: la liberación de la mujer se produciría gracias a la abolición de la propiedad privada y la instauración de la dictadura del proletariado (3), el conflicto generacional no tendría lugar en la nueva sociedad, la cuestión ecológica carecía de sentido, las luchas de todo tipo de minorías se resolverían de golpe y porrazo, etc (4).

    Esta concepción se iría al traste con el gran cambio que se produjo en la segunda mitad del siglo XX, con la aparición de lo que se ha conocido como postfordismo (5). Este supuso el fraccionamiento de la gran fábrica a lo largo de toda la sociedad (la sociedad-fábrica) en pequeñas unidades de producción descentralizadas. La fábrica como espacio delimitado de la producción dejaba de ser predominante. La sociedad entera se convierte en una gran fábrica. En ella ya no hay sectores improductivos. Todo sirve para la reproducción del capital, que todo lo invade, toda la sociedad queda sometida a la lógica del capital. En este contexto, las luchas anticapitalistas no podían reducirse a la fábrica y a la figura obrera que las integraba (figura esta por otro lado integrada en la gestión del capitalismo a través de lo que se ha conocido como estado del bienestar). La autonomía obrera supuso una puesta en primer plano de las luchas sociales de todo tipo, consideradas hasta entonces como secundarias o dependientes del conflicto laboral, y una toma en consideración de toda una serie de actores sociales que emergían de los márgenes del sistema capitalista: jóvenes, estudiantes precarios surgidos de la masificación de la universidad, trabajador@s, inmigrantes, parad@s, delincuentes comunes, pres@s...

    Todos ellos se caracterizaban por un rechazo directo del trabajo (con respecto al cual guardaban muy pocos lazos de unión), de la mediación en las luchas de sindicatos y partidos gestores del estado del "bienestar", de la idea de sacrificio por el "mañana" (6), de la miseria de la vida cotidiana, etc. El conflicto se trasladaba del espacio de producción al territorio social. No es que el conflicto laboral y la figura del obrero tradicional pierda sentido, no se trata de que las clases sociales o la lucha de clases ya no existan, es más, siguen manteniendo un papel destacado, pero ya no es el único tipo de conflicto que existe, ni el único actor a considerar (el que nos iba a liberar a tod@s).

    Ahora nos encontramos ante nuevos sujetos que, si bien son los creadores de la riqueza, no son interpretables en términos de trabajo productivo/improductivo. Esta nueva subjetividad interpreta la riqueza social como «valor de uso». La producción ya no se considera como un a priori humano, sino como producción de riqueza «humanamente disfrutable»: producción de valor de uso. Sin duda, este impulso hacia el valor de uso de las cosas, su orientación hacia la satisfacción de las necesidades sociales, ha marcado la práctica de la autonomía. Esta siempre ha optado por la reapropiación directa de la riqueza que queda inaccesible a las capas más desfavorecidas de la sociedad. Prácticas como la ocupación de viviendas, las autorreducciones colectivas, el robo en supermercados, el no pagar en los medios de transporte, etc, han sido prácticas defendidas por la autonomía como una forma de satisfacer las necesidades sociales, recuperar parte de la plusvalía extraída en el trabajo.... La autonomía (a la que quizás ya no tenga tanto sentido añadir lo de obrera, porque junto a ello deberíamos agregar una larga lista de términos)consistiría en esta reconsideración de lo social y de la emergencia de una multiplicidad de agentes sociales potencialmente revolucionarios (pero ya no revolucionarios por naturaleza), todos ellos dotados de una subjetividad y unas características propias, de unas reivindicaciones específicas.... (7).

    Seguimos buscando huellas, seguimos buscando al Yeti. Otro elemento característico de la autonomía es su visión de la revolución. También aquí se abandona la idea de Revolución (con mayúscula). Revolución entendida como espacio y tiempo futuro, como día D hora H liberador. Algo así como el Juicio Final, la toma de la Bastilla, del palacio de Invierno. En la autonomía lo que se propone es iniciar la revolución (miles, pequeñitas, en minúscula) desde ya. No podemos esperar hasta tan famoso día para liberarnos. Este es un aspecto importante en el campo de la autonomía sobre el que merece la pena pararse un poco. La autonomía parte del hecho de que no hay un sujeto único y universal que sea revolucionario por naturaleza (el Proletariado), sino que postula como hemos visto la existencia de una multiplicidad de actores que por sus condiciones existenciales se encuentran situados en los márgenes del sistema y que pueden desarrollar una subjetividad revolucionaria, antagonista. Es fundamental potenciar el desarrollo de estas subjetividades y comportamientos (practicas de cooperación social, rechazo del trabajo...) que chocan con la lógica del sistema capitalista. Lo importante además es que la praxis, el terreno de construcción de los sujetos revolucionarios, de esa subjetividad antagonista, por eso se enfatiza tanto lo de comenzar desde hoy la revolución, en vivir de forma coherente con nuestras propuestas de futuro, crear espacios (por ejemplo los centros sociales autogestionados) donde tengan cabida estas realidades antagonistas. La autonomía ha sido definida como la clase que emancipada de su objetualidad, desarrolla su subjetividad.

    La autonomía lo que propone es tomar al comunismo como programa directo, como acto que está en la fuerza de las cosas. La revolución y el comunismo no pueden ser vistos como un mito, como un mañana paradisiaco que nunca llega, como un lugar estable y cerrado, ya definido, al que un día llegamos tomando palacios y de repente tod@s comunistas. El comunismo y la revolución son una práctica, un proceso indeterminado, abierto. La revolución como momento histórico definido y concreto, deja paso a la revuelta, discontinua, plural, dispersa. La revolución ya no se limita a la cuestión estratégica de la toma militar del poder (aunque esta no deje de tener aún importancia). «El comunismo no es una forma puramente negativa, no es una transición, es algo previo, es una posibilidad real, existente, negativa y antagónica, pero asimétrica, que vive en el interior del capitalismo». No es que la autonomía crea que por hacer centros sociales o cooperativas se está viviendo el comunismo o se haya hecho la revolución, lo único que señala es que este tipo de prácticas (el absentismo laboral, el robo en grandes almacenes, la insumisión cotidiana, la ocupación de casas,...) permiten crear formas de vida, comportamientos, subjetividades que chocan con el capitalismo y que son imprescindibles para la revolución, porque ésta ya no se reduce a un mero acto formal (¡queda abolida la propiedad!, ¡queda proclamada la república socialista!, ¡queda proclamada la igualdad entre mujeres y hombres! ), sino que es vívida como una postura existencial.

    De este presupuesto fundamental de la autonomía deducir una forma organizativa y unas formas de intervenir en la realidad. El objetivo es eliminar todo aquello que frene y reprima las prácticas comunistas, que aparecen en el interior del capitalismo. Así por ejemplo, se rechaza la mediación de los partidos políticos y sindicatos, por considerarlos mecanismos de integración y recuperación, reproductores de la estructura jerárquica de la sociedad, por su división entre trabajo intelectual y manual, entre dirección y masas, por la falta de democracia interna, el colaboracionismo con las instituciones en la gestión del capitalismo, la cultura del pacto, el reformismo, la separación de las reivindicaciones políticas de las económicas, etc. La autonomía busca dotarse de formas organizativas (la autonomía no implica necesariamente espontaneismo) (8), pero unas formas de organización que no aspiran a sustituir a los protagonistas de las luchas, no busca erigirse en vanguardia (o no debería hacerlo).

    En este sentido, la autonomía postula la autoorganización de propi@s afectad@s, de los propios sujetos de las luchas. No se trata de que cada cual se las apañe como pueda, sino de lograr que sean l@s propi@s interesad@s quienes definan las luchas, las soluciones, los medios, los fines,... En la medida en que la autonomía propone la autoorganización, rechaza las mediaciones exteriores (tipo partido de turno intentando dirigir a los «inmaduros» movimientos sociales). La gente es lo suficientemente lista para saber qué es lo que quiere y como lo quiere. Coherentemente con lo dicho, la autonomía opta por la toma de decisiones de forma asamblearia, por la democracia directa como forma posibilitadora (aún con sus limitaciones) de garantizar el respeto a la diversidad, frenar la jerarquización, el autoritarismo, la pérdida de independencia y autonomía en las luchas,... Lo que busca en definitiva la autonomía es que los seres humanos sean capaces de definir sus proyectos de vida, que sean ellos quienes gestionen y decidan, de la forma más democrática posible, cada uno de los aspectos que atraviesan nuestra cotidianeidad: desde el trabajo a la sexualidad, desde el ocio a la alimentación, etc.

    Finalmente, debemos insistir en que la autonomía pretende consolidarse como un proyecto abierto, no cerrado, en crecimiento, dinámico. En este sentido no admite definiciones estrechas. La autonomía no es marxista o anarquista, no es una nueva ideología, no quiere ser enmarcada. La autonomía es un proyecto amplio y difuso, una de las proyecciones del viejo proyecto revolucionario de emancipación. Sin duda esto es algo que sí sigue presente en ella, la voluntad de emancipación total de mujeres y hombres (evidentemente en equilibrio con el medio ambiente) y en ese sentido, la autonomía es una apuesta firme por un proyecto anticapitalista. Por el momento será mejor dejarlo ahí. Ya hemos dicho que la autonomía muere con definiciones estrechas.

    Pararemos por ahora. Es mejor no matarla. Definámosla sobre la marcha (sabemos que aún no hemos tratado puntos importantes), entre tod@s. Paremos aquí. «Hoy, hay que abrirse a lo que la racionalidad del sistema cierra: la imprevisibilidad. Hoy sólo nos queda experimentar».


    NOTAS

    (1). Frente a casos como el italiano, donde la autonomía obrera surge de una trayectoria mayoritariamente de inspiración marxista, en el estado español, las corrientes identificadas con la autonomía obrera solieron confluir dentro del movimiento libertario.

    (2). Como iremos viendo a lo largo de estas líneas, frente al discurso hecho a base de conceptos universalistas (y al final totalitarios), escritos en mayúscula y en singular Revolución, Proletariado… ), la autonomía dibuja un mundo escrito siempre en minúscula y donde se privilegia el plural, lo múltiple.

    (3). De hecho, con la revolución de octubre de 1917, pronto surgieron en la Rusia revolucionaria grupos de mujeres que empezaron a discutir sobre su problemática en tanto que mujeres (es el caso por ejemplo de Alexandra Kollontai) y a hacer reivindicaciones al respecto. Sin embargo, también fueron rápidamente acusadas de desviar y malgastar las fuerzas de la revolución a cuestiones que eran secundarias e incluso "pequeñoburguesas".

    (4). En un debate entre intelectuales, alguien preguntó al filósofo francés Henrí Lefrevre (al que podríamos situar en esta visión clásica, por no llamar prehistórica, de la sociedad comunista) qué ocurriría en la nueva sociedad comunista con los niños atropellados por los tranvías. Lefrevre respondió que en la sociedad comunista no morirían los niños bajo las ruedas de los tranvías. "¿Acaso porque ya no existirían los tranvías?", "¿o no existirían los niños"? Como veremos más adelante, la autonomía rechaza esta visión del comunismo como «transición», como utopía siempre futura ("Perdone, ¿la liberación? Vuelva usted mañana") en la que desaparece el conflicto. Contra lo propuesto por Marx, una especie de fin de la historia.

    (5). No debemos creer que la aparición de lo que ha sido denominado postfordismo nos explica por completo la aparición de la autonomía, ésta es el resultado de muchos factores complejamente entrelazados. No obstante, el cambio en la organización del trabajo jugó un papel determinante.
    (6). Como señala Santiago López Petit. «Hoy, la crítica de la política empieza criticando la esperanza y más en concreto la estructura de la espera que la sostiene (…). Lo subversivo es llevar hasta el final la no- esperanza».

    (7). De hecho, una de las mayores dificultades existentes de cara a afrontar un proceso de transformación social es el ser capaces de encontrar un proyecto que pueda ser compartido por esta gran variedad de sujetos heterogéneos y que aun siendo generalizable, no elimine la singularidad de cada uno de ellos.

    (8). Dentro de la autonomía, al conformar un campo tan amplio y disperso, siempre han coexistido sectores organizados con otros difusos, escasamente organizados que se insertaban en los márgenes del área de la autonomía más a través de sus prácticas que de una explícitación teórica. 


    Lucha Autónoma (Madrid)


    Fuente: http://lahaine.org/pensamiento/autonomia.htm

    sábado, 14 de mayo de 2011

    Economía Libertaria

    P E N S A R   L A   E C O N O M I A   L I B E R T A R I A : 
         U n   p r o y e c t o   a l t e r n a t i v o   a l   m e r c a d o 
     
    Jorge Esteves da Silva
     

    El problema de cualquier organizacion social es la produccion y el reparto
    de la riqueza. Es claro que esto hace necesario hacerse las preguntas de
    ?que producir?, ?como producir?, ?A quien dar lo producido y segun cuales
    criterios?. En una economia capitalista es el mercado quien responde a estas
    tres preguntas. El beneficio (por via de los precios) es el que orienta la
    produccion, son los costos (por consiguiente el beneficio) los determinantes
    del modo de produccion y son las rentas (salarios y beneficios) quienes
    determinan la capacidad de cada uno para consumir.

    Por esto el mercado, para poder individualizar la participacion de cada
    uno y por consiguiente retribuirlo, ha necesitado de una diferenciacion de
    las funciones que no se realiza segun los quehaceres del individuo sino por
    la exigencia del sistema. La negacion de la persona asume por ello la forma
    de una pseudo autonomia del individuo; asi la fuerza del mercado es tambien
    la razon esencial para que esta sea una organizacion nefasta, inicua de la
    sociedad.

    Pensar una Economia Libertaria quiere decir asi recoger las mismas
    preguntas dandoles respuesta distinta en funcion de satisfacer la necesidad
    de igualdad social, de solidaridad y de libertad real. Esto significa
    impugnar los dos pilares sobre los que se basa el capitalismo: mercado y
    division social del trabajo. Significa atacar aquello que justificaria al
    mercado, a traves de la eliminacion de la propiedad privada de los medios de
    produccion (y luego del beneficio como fin) y la eliminacion del salariado
    (en cuanto mercantilizacion de la capacidad fisica e intelectual de cada
    uno). Igualmente pasa, en tanto justificacion de la division social del
    trabajo, a traves de la desaparicion o el reparto de las tareas no
    gratificantes y la minimizacion de los tiempos colectivos de produccion.
    ?Entonces que hacer? Es pertinente esclarecer un proyecto alternativo al
    mercado y a la division social del trabajo; para esto probemos a "lanzar
    algunas pistas", esperando que otros las seguiran y profundizaran.

    ?QUE PRODUCIR?
    No es el mercado, y luego la busqueda del lucro, quien debe definir
    aquello que se produzca. Seguir con el "mercado" significa permitir que una
    minoria (los poseedores de capital, los capitalistas) impongan su eleccion a
    la mayoria, ajenos a intereses en verdad ligados a necesidades sociales
    reales. Al contrario, deben ser los deseos y las necesidades de la poblacion
    los que por si solos determinaran los bienes y servicios a producir. La unica
    justificacion del trabajo humano (dando por descontado que representa una
    fatiga) debe ser la satisfaccion de las aspiraciones colectivas. En otras
    palabras, debemos escoger en conjunto aquello que valga la pena de ser
    producido colectivamente. Todos los grupos humanos deben poder fijar
    libremente la carga de trabajo que se acepta soportar para arribar a una
    determinada produccion. Esto permitira la desaparicion de la produccion
    antisocial (en la medida en la cual esta no aporta nada a la comunidad pero
    costandole muchismo), como de los gastos militares, de las cargas del
    capitalismo (encuadramiento del trabajo, jerarquias...) y de aquellas debidas
    al mercado (publicidad, comunicacion manipulada...) que hoy representan un
    tercio de la produccion y tambien un tercio del trabajo.

    Eso que la comunidad asume como voluntad de produccion debe por
    consiguiente llevar a un "tiempo social de produccion", en el que las
    personas producen colectivamente los bienes deseados y decididos
    colectivamente. Debe ser el mismo para todos y cada uno de los que
    contribuyen, so pena de ser excluido del grupo. El resto del tiempo esta a
    exclusiva disposicion de cada individuo que puede dedicarlo a actividades
    sociales o individuales propiamente humanas.

    El trabajo es un constrenhimiento: debemos de hacer todo para minimizarlo
    produciendo lo que ha sido colectivamente determinado como util y repartiendo
    de manera equitativa las tareas que de ello surgen.

    Asunto pues que se coloca en el centro de nuestra atencion es la
    definicion democratica y federal de las tareas, y su esbozo en un plan de
    produccion que sustituya el "diktat" del mercado y del dominio.

    ?COMO PRODUCIR?
    En esto los principios deben ser claros: abolicion del salariado y de la
    propiedad privada de los medios de produccion. Son estos dos aspectos los que
    constituyen hoy el fundamento de la explotacion y la dominacion.

    Asi, la propiedad social de los medios de produccion es condicion que
    permite la real seleccion democratica y federal de aquello que se debe
    producir y de la organizacion del trabajo. La autogestion permite la
    transferencia del poder a aquellos que producen, el reparto igualitario de la
    riqueza y restituir un sentido a la actividad social de produccion.

    Debemos valorar tres principios:
    - La propiedad colectiva de los medios de produccion, ya que son las
    necesidades de la colectividad el fin de la actividad social de produccion.
    Esta propiedad se encontraria en segunda instancia delegada a un grupo de
    trabajadores. No se puede dejar que todas las unidades productivas sean
    autonomas con sus trabajadores como propietarios y unicos en tomar
    decisiones. Este metodo no puede llevar mas que a la auto explotacion en un
    ambito de mercado en el cual los grupos de trabajadores se alejaran cada uno
    en competencia con los otros: el socialismo libertario no puede confundirse
    con el "libertarismo" norteamericano o con el principio de concurrencia caro
    a Proudhon. Es en cuanto miembros de la comunidad que nosotros gozamos de
    derechos sobre la riqueza y no unicamente como trabajadores, de otro modo se
    corre el riesgo de sobrevalorar el trabajo en cuanto actividad mientras, como
    se ha visto, nosotros denunciamos la reduccion del individuo al trabajador;
    - La colectividad delega en grupos de trabajadores que no participan en las
    unidades de produccion las gestiones que tienen el fin de integrarlas. La
    unica coordinacion posible, fuera del mercado, es el plan en cuanto
    instrumento de produccion, a fin de expresar los deseos de produccion de l
    a comunidad. Es posible establecer la planificacion federal y democratica;
    nuestro deber es demostrarlo porque, de otra manera, se invalida la critica
    al mercado y no queda mas que corregir la desigualdad en lugar de suprimirla;
    -La supresion de la division social del trabajo conduce al reparto
    igualitario de oficios "gratificantes" y "no gratificantes". Esta ultima
    division es consecuencia del mercado que divide y retribuye a las personas
    segun sus "competencias". El asunto es refutar esa "compartimentacion" de
    funciones, que empobrece la vida y encierra a cada uno en su tarea. Distintas
    personas, por ejemplo, deben estar encargadas de la recoleccion de la basura,
    al menos hasta que no se llegue a la completa mecanizacion de tal labor.
    Pongamos un ejemplo: si dicho oficio se atribuye de modo igualitario en una
    ciudad de 40.000 personas, de ellas 20.000 adultas, de modo que cada dia
    esten 40 ocupados con la basura, y viene a tocarle una vez cada 18 meses a
    cualquier adulto. !Una alternativa de este tipo evitaria a 40 personas hacer
    un trabajo poco gratificante por toda una vida sin pesar en modo
    significativo sobre el resto de la comunidad!

    La rotacion de oficios y su distribucion igualitaria permite impugnar
    desde sus fundamentos al principio de la division social del trabajo y la
    clasificacion meritocratica que opera hoy sobre los dominados. Aquello
    implicaria obligatoriamente un proceso de formacion permanente y permitiria
    afirmar que el discurso sobre las competencias de las personas es un discurso
    mistificante, que legitima la desigualdad, que supone no nos seria posible
    ejercer variadas ocupaciones que exijan de elevadas competencias.

    ?COMO REPARTIR?
    Hoy, la retribucion de la eficiencia supuesta de los trabajadores segun el
    mercado (y tambien fuera del mercado en tanto fuera del beneficio, como
    ocurre con las funciones publicas) es el verdadero centro de la dominacion
    que todos sufrimos. La abolicion del salariado debe traer un cambio de
    perspectiva. Contribuyendo cada uno de manera igual a la utilidad colectiva,
    lo que se inicia en el momento en que nos hacemos cargo de un tiempo social
    de produccion, cada uno debe gozar en modo igual de los derechos derivados de
    dicha produccion. Estos derechos no pueden ser como ahora, derivados de una
    funcion social ligada a la division social del trabajo. El tiempo de trabajo
    social debe proveernos del nivel de produccion y riqueza decidido por y para
    todos. Esta es la igualdad a partir de la cual puede emerger la libertad.
    Debemos separar la tarea efectuada y el derecho sobre los bienes que se
    retiren. Esto se debe hacer sobretodo a partir de la rotacion de tareas, de
    la desaparicion (gracias a la innovacion tecnologica) o del reparto
    igualitario de las ocupaciones juzgadas no gratificantes (y tambien de
    aquellas consideradas gratificantes), haciendo humana a la sociedad.

    Asi, al plan de produccion decidido en colectivo y por gran mayoria se
    agregara el plan de distribucion. Esto solo debe calcular el tiempo social de
    produccion, que cabe conjeturar reducido a no mas de 4 horas por dia; el
    resto del tiempo es aquel de la produccion libre, de la creacion... de la
    pereza o del amor.

    Es asi urgente dilucidar los principios constituyentes de un claro
    proyecto alternativo libertario. Esto nos permitira ser mas precisos e
    incisivos en la critica a la sociedad capitalista y homogeneizar al menos un
    poco nuestro discurso, aun cuando al contrario de otros, no creemos que sea
    posible preverlo todo.
    C H R I S T O P H E
    (Version original en LE MONDE LIBERTAIRE, Paris, 28 de abril de 1994. 
    Traduccion: N. B.)
                                (CORRE@ # 27, pp. 8-9, abril 1995)
    http://debates.hipernet.ufsc.br/foruns/autonomia/debates/mensagem.srv?n=27&m=23

    Las Abejas Acteal


    Conmemora Las Abejas 13 años de Acteal con acto sobre autonomía


    Comunidades de Chiapas, Oaxaca y Atenco la definieron como su demanda central e incumplida.

    Hermann Bellinghausen, enviado
    Publicado: 22/12/2010 11:14

    San Cristóbal de las Casas, Chis. Para conmemorar el decimotercer aniversario de la masacre de Acteal, la organización de sociedad civil Las Abejas realizó durante tres días el encuentro “Tejiendo resistencia y autonomía frente a la contrainsurgencia y la dependencia”, que concluye hoy en la tierra sagrada de Acteal (municipio de Chenalhó).

    En el acto participaron “pueblos que construyen y defienden su autonomía” en otras regiones de Chiapas, Oaxaca y Atenco, y en su pronunciamiento final, las organizaciones y comunidades reunidas definieron brillantemente la autonomía, demanda central e incumplida de los pueblos indígenas en México:

    “Entendemos la autonomía como el derecho a vivir como queremos, sin tener que pedir permiso y sin que otros nos impongan vivir como ellos quieren; como la libertad de cada pueblo de tomar decisiones sobre territorio, recursos, organización y educación; pensar por nosotros y nosotras. La autonomía inicia en el corazón de cada persona; no es sólo una meta, sino el camino en el que ya estamos”.

    También es “tejer alianzas como queremos y globalizar nuestras luchas desde abajo, mantenernos con nuestro propio trabajo sin depender de ayudas ni programas de gobierno”. Advierten que no quieren “hacer daño a nadie, sólo vivir en libertad, gozando del fruto de nuestra Madre Tierra que conseguimos de nuestro trabajo”.

    Sin embargo, dicen, “otros se molestan porque queremos vivir libres y quieren acabar con nuestra autonomía, imponer proyectos, hacernos dependientes de sus programas. Al que no quiere le aplican la contrainsurgencia. Pero nos mantenemos en la resistencia”.

    Recordaron que entre 1995 y 2000, la contrainsurgencia gubernamental provocó el robo de sus cosechas y el despojo de sus tierras, les quemaron sus casas y los obligaron a vivir desplazados. “Mandaron a sus paramilitares, apoyados por la seguridad pública y el Ejército federal”. En esas condiciones ocurrió la masacre en 1997.

    Después de 2000, añade, “el gobierno cambió de color y discurso, pero en realidad siguió siendo el mismo”: uno que cambió “las balas de plomo por las balas de azúcar, aunque sin dejar de utilizar la de plomo”; cooptó líderes, y pretendió “cambiar el pensamiento y corazón de la gente”.

    El gobierno, acusan, “nos quiere acostumbrar a ser mantenidos, le quita a la gente el gusto y el ánimo de trabajar”. Y señalan: “No aceptamos eso porque tenemos dignidad”.

    Ante la liberación anticipada de decenas de paramilitares que participaron en la masacre, los indígenas manifiestan: “No podemos esperar que la justicia venga de afuera. Tenemos que construir otra justicia. Como dicen los ancianos, saber escuchar nuestro corazón y no caer en la provocación ni el deseo de venganza. Nuestros pueblos han conocido, y nosotros tenemos que recuperarla, una justicia que no daña ni castiga, sino que recupera y restaura”.

    El pronunciamiento concluye señalando “que la represión vuelve a asomar su sucio rostro en Chiapas y México, y apunta sobre todo a defensores de derechos humanos, luchadores sociales, periodistas y comunicadores independientes”.


    martes, 10 de mayo de 2011

    Artículo Cherán

    Patrimonio forestal amenazado
     
    Se regulariza la vida en Cherán, tras alzamiento de indígenas en abril pasado
    Expulsan a talamontes, vinculados a grupos delictivos

    Desconocen a partidos y optan por los usos y costumbres
    Foto 
     
    Demandas de la comunidad indígena de Cherán, que mantiene ocupado el palacio municipal desde abril pasadoFoto Rosa Rojas
     
    Rosa Rojas
     
    Enviada
     
    Periódico La Jornada
     
    Sábado 22 de octubre de 2011, p. 2

    Cherán, Mich. En el municipio gobierna el PRI, en el estado el PRD y en el país el PAN y ninguno de los tres niveles han hecho caso a nuestra demanda de justicia y de combatir el crimen organizado que ha talado nuestros bosques, asesinado a cinco comuneros y desaparecido a otros cinco. Ante esta situación, la población decidió: no a los partidos políticos, no a las elecciones estatales de noviembre y elegir por usos y costumbres un gobierno indígena autónomo.

    Así lo informó en entrevista en el palacio municipal, ocupado ahora por una coordinación comunitaria, uno de los dirigentes –quien, por seguridad, reserva su nombre y se cubre el rostro con un paliacate– de este pueblo alzado desde el pasado 15 de abril, cuando la gente expulsó a los talamontes, y para garantizar la seguridad cerró el poblado con barricadas, reactivó la ronda tradicional comunitaria –que no es policía, aclara– e instaló en cada esquina fogatas, que ahora se cuentan por decenas en cada uno de los cuatro barrios de la ciudad, y en las que se mantienen en guardia toda la noche.

    Desde mediados de agosto se ha ido regularizando la vida en esta población de unos 20 mil habitantes, en su gran mayoría purépechas, al reabrirse las escuelas y también para evitar el cansancio de la gente después de cinco meses de constante vigilia; ya se permite la circulación de personas y vehículos por su territorio entre 8 de la mañana y 8 de la noche, pero se controla quién entra y sale. Prohibidas están las bebidas alcohólicas, portar armas y llevar propaganda partidista.

    En la barricada de la entrada a la población –donde por la noche puede verse algún hombre armado– se revisa la carga de camiones, se pide a la gente que llega se identifique e informe a qué va. A la salida pueden recoger sus credenciales.

    La tala, que ha arrasado unas 20 mil hectáreas de las 27 mil que integran el territorio comunal de Cherán, se denunció desde 2008 y el secuestro, la desaparición y la muerte de cheranenses han sido consecuencia de su lucha por defender sus árboles, el agua, las plantas y los animales, la naturaleza y la vida misma, repiten en una especie de coro polifónico no sólo los y las dirigentes con sus paliacates al rostro, sino las veintenas de mujeres y hombres que hacen vigilia en cada fogata a cara descubierta, en tensas tertulias que entre risas y conversaciones no dejan de escudriñar la oscuridad, alertas frente al peligro de un enemigo que, afirman, está pertrechado con armas de alto poder y un escudo de impunidad.

    En las fogatas, que acaban siendo fogón de cocina, se convida a las visitantes con chocolate o quesadillas, café, atole o tamales. Estas ahora son una especie de casetas de unos cuatro por 10 metros con tablas de madera para enfrentar el frío y la lluvia. En algunas hay macetas, en otras la imagen de alguna virgen, un Cristo, un santo, adornos festivos... la gente se va rotando para que la participación ya no sea diaria.

    Hay determinación y valor en esa vigilia, que puede parecer un poco ingenua si se piensa en la posibilidad de que llegara a darse un ataque con armas de grueso calibre por los hampones. La comunalidad se ha ido recuperando en las fogatas que, dice una de las integrantes de la coordinación, nos han servido para recuperar la organización, enlazar esa relación que ya se estaba perdiendo a través de los partidos. Alrededor de estas fogatas nos hemos abrazado, como que nos hemos dado este calor que ya se estaba perdiendo.

    El responsable de comunicación de la coordinación explica que desde 2008 denunciaron ante el gobierno municipal, luego al estatal y después al federal, la tala ilegal, además de que últimamente iban carros cargados de madera y atrás camionetas con gente armada y encapuchados que amenazaban a la gente, les decían que se salieran porque los bosques, la madera, el territorio, eran de ellos.
    Esos carros, dice, provenían de la comunidad de Capacuaro, no de toda la gente, hay que entender, porque a veces el gobierno confunde diciendo que es un pleito entre comunidades, y no, sino que en Capacuaro hay gente que se dedica a la madera y detrás están esos llamados paramilitares.

    Ningún gobierno les hizo caso. Entonces uno entiende que hay otros detrás, entonces no queda más que levantarnos; hubo un levantamiento aquí el 15 de abril para autoprotegernos porque si el gobierno no lo hace entonces vamos a defendernos nosotros.

    El dirigente comunal a su vez señaló que pidieron la presencia del Ejército, a contrapelo de la mayoría de comunidades indígenas del país, que reclaman la vuelta de militares a sus cuarteles, porque en los años 40 y 50, cuando se incendiaba el monte el Ejército ayudaba a los pobladores a resguardar el patrimonio de la comunidad, que es también la soberanía nacional... pero ahora vemos que nuestra Constitución se va adaptando a como dice el Tratado de Libre Comercio, favoreciendo para que el agua, la tierra, los recursos naturales, el aire, pasen a manos privadas... y el Ejército hace mal porque reprime, extorsiona también y tiene ligas con el narcotráfico.

    Subrayó que se pide la presencia de militares pero no adentro de la comunidad sino en los límites donde aún talan los hampones, como en rancho Morelos, Tanaco –donde opera un criminal apodado El güero– en Aranza, Paracho, Pomacuarán, San Lorenzo. Aquí adentro nos cuidamos nosotros mismos. Sin embargo, dice, los soldados hacen rondines y se van sin detener la tala ni a los criminales.

    Sobre los paramilitares explicó que son policías vestidos de civil y trabajan para el crimen organizado y el narcotráfico.

    Mencionó que han hablado con el gobernador michoacano, Leonel Godoy, “hemos pedido protección, justicia para nuestros asesinados y desaparecidos; vivos se los llevaron, vivos los queremos; castigo para quienes ejecutaron, asesinaron a nuestros comuneros y la reconstitución de nuestro territorio... de las 20 mil hectáreas que nos robaron... No han hecho nada para resolver nuestros problemas”.

    –¿Les quitaron la tierra?

    –Primero ellos entran y talan la madera. El otro grupo que llega viene haciendo la quema de los residuos de cada árbol y entonces en esos lugares, con los grupos armados que mantienen un cerco de protección para ellos, nuestros comuneros no pueden subir al cerro y entonces también nos roban la tierra... Vemos que están en esa dinámica porque lo hemos comprobado; en Uruapan tenemos a una asociación de aguacateros que están extendiendo su territorio para el cultivo, entonces en nuestra comunidad es lo que querían hacer, en otros lugares han despojado terrenos, cerros completos... a mano armada –afirmó.

    Por su parte, un hermano de Jesús Macías Hernández, quien desapareció el pasado 10 de febrero luego de visitar unas oficinas de Procampo en Paracho, informó que un día antes de que se lo llevaran hubo un enfrentamiento con un rapamontes en el cerro. Detuvieron una camioneta, la bajaron a la plaza y el dueño de esa camioneta le dijo a mi hermano que del jueves no pasaba y así fue.
    Indicó que dos meses después de la desaparición de Jesús le pidieron a los familiares dinero para devolverlo, por lo que juntaron cierta cantidad que depositaron en una cuenta bancaria. A él –quien pidió reserva de su nombre– lo amenazaron en Paracho y a otro hermano lo secuestraron unas horas para que no denunciaran la desaparición de Jesús. Sin embargo, se presentó la demanda en Cherán y en Morelia, la Procuraduría de Justicia estatal se quedó con las fichas del depósito que se hizo, pero no han investigado, lamentó.


    Extraido de: 
    http://www.jornada.unam.mx/2011/10/22/politica/002n1pol